Los sondeos son perforaciones del terreno, y los sondeos de agua, lógicamente, sirven para localizar y alcanzar aguas subterráneas para su aprovechamiento.
El sondeo de agua no es lo mismo que un pozo. El pozo tiene poca profundidad (habitualmente unos 10-12 metros, aunque sí es cierto que hay pozos muy hondos) y gran anchura (más de 1 m de ancho), mientras que los sondeos son perforaciones muy estrechas que se adentran cientos de metros en la corteza terrestre. Los sondeos pueden llegar a acuíferos cuyas partes más superficiales se encuentran a kilómetros del punto de origen del mismo.
También difieren en sus características. El sondeo de agua suele consistir en tuberías perforadas que permiten el paso del agua en las paredes del sondeo. Su construcción requiere maquinaria muy especializada y la explotación exige una bomba.
La elección de uno u otro dependerá de tus necesidades de agua y de la que haya disponible.
El proyecto de sondeo de agua
La construcción de un sondeo de agua es una obra de gran impacto y dificultad que no puede hacerse sin una gran formación profesional, maquinaria de precisión y especial cuidado medioambiental. El sondeo es una acción de enorme impacto, pues puede alterar el equilibrio del acuífero, desecarlo y contaminar las capas freáticas. Algo que tiene un impacto directo en los ecosistemas que se encuentran en la superficie y puede, además, acelerar la salinización y desertización de los suelos.
Hay que comprender que no se trata de excavar hasta encontrar agua. Requiere técnica y conocimiento, tanto para llegar al acuífero como para saber aprovecharlo al máximo de manera activa e inteligente, superando retos como la distancia y el tipo de suelo que se va a encontrar.
Por lo tanto, no puede hacerse a la ligera. No se trata de tener la maquinaria a mano y taladrar el suelo al gusto. La ley exige que esta delicada obra deba hacerse con un proyecto técnico profesional. Todos los sondeos de agua necesitan un proyecto. La buena elaboración del proyecto de sondeo es el trámite necesario para solicitar el permiso de obra a la Administración. Y sin permiso de obra, no hay sondeo.
El proyecto es un paso más
Recuerda que el proyecto de captación de agua subterranea te permite conseguir la licencia de obra, pero la explotación del agua subterránea de tu parcela requiere una autorización especial. El sondeo de un pozo de agua ejecutado debe legalizarse para poder ser utilizado. Un organismo autonómico competente en materia de medio ambiente, es quien te permitirá el acceso al acuífero. Y, por otro lado, el proyecto de ejecución te permitirá llevar a cabo las obras para llegar a él. Son cosas distintas.